Transmisión ciudadanía italiana: "Querida Italia, no te olvides de nosotros"
- FLAVIO BELLINATO

- 21 may
- 2 Min. de lectura
Actualizado: 23 may
«Hola, soy Daniela. Nací en México, soy de origen calabrés de tercera generación y me siento 100% italiana. Querida Italia, no te olvides de mí, porque yo no me he olvidado de ti.»
Estas palabras, pronunciadas con emoción, sencillez y en un italiano perfecto por Daniela Zumpano, consejera del Com.It.Es. (Comité de Italianos en el Extranjero) de México, resumen el espíritu de millones de italianos nacidos fuera de las fronteras: un sentido de pertenencia que trasciende la distancia geográfica y las generaciones.
Y es precisamente pensando en ellos – en los hijos, nietos y bisnietos de italianos emigrados – que se impone una profunda reflexión sobre el reciente Decreto Ley que introduce nuevas limitaciones a la transmisión de la ciudadanía italiana iure sanguinis.
El decreto ya es ley. Sin embargo, antes de su aprobación definitiva, compartí públicamente una reflexión que considero aún hoy vigente.
La comunidad italo-descendiente del país donde resido, la República Dominicana, ha representado – y probablemente todavía representa – entre el 40% y el 50% de los inscritos en el AIRE. Se trata de familias históricas, de ciudadanos activos, que mantienen vivo el vínculo con la cultura y la identidad italianas.
Es comprensible la intención del legislador de fortalecer el vínculo sustancial entre Italia y sus nuevos ciudadanos, combatiendo posibles abusos. Sin embargo, me deja profundamente perplejo la parte de la ley que limita la ciudadanía para las generaciones futuras de quienes ya son italianos por derecho de sangre.
No podemos reescribir la historia a posteriori ni introducir criterios arbitrarios que penalicen a quienes, aunque nacidos en el extranjero, cultivan una identidad italiana auténtica y viva.
Pienso, por ejemplo, en el papel fundamental desempeñado por instituciones asociativas como Casa de Italia, que ha tenido como protagonistas a muchos italo-descendientes en la lucha por la reapertura de nuestra Embajada en Santo Domingo. Personas que no pueden ser olvidadas.
La ciudadanía no es solo un sello o un documento. Tal vez, a nivel legislativo, habría sido oportuno encontrar un punto de equilibrio entre la necesidad de combatir los abusos y el deber de proteger a quienes llevan a Italia no solo en la sangre, sino sobre todo en el alma.
La ciudadanía es reconocimiento, identidad y pertenencia.Características difíciles de medir cuando se trata de generaciones marcadas por historias de migración forzada desde el Bel Paese.
Y, como nos recordó Daniela:“Italia, no te olvides de mí…”
FLAVIO BELLINATO
Italiani Oltreconfine









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